El conjunto azulgrana venció como local a San Juan RC 31 a 18 (5-0) en un partido donde no mostró su mejor versión, sin embargo llega afilado al clásico ante Marista.
En los primeros minutos del encuentro San Juan dominó las acciones, jugó en campo contrario y sumó dos penales a través de Carlos Castro, sin embargo el local de poco comenzó a meterse en el juego y a los 15’ consiguió un try penal luego de un buen empuje de sus “gordos” cerca del ingoal.
La visita sufrió una amonestación, se replegó en su campo y cometió muchas infracciones, sin embargo el Azulgrana no pudo aprovechar ese pasaje favorable del partido, ya que optó por jugar al line siempre pero chocó con la dura defensa rival.
Pasada la primera media hora de juego, y en cinco minutos de lucidez y buenos pases, Los Tordos llegó al try por duplicado, de la mano de Nacho Conil y Matías De Paolis. El elenco sanjuanino por su parte emparejó un poco las acciones y sobre el final de la primera etapa sumó de a cinco con la conquista de Maxi Márquez.
A la vuelta del descanso se vio quizá lo más flojo del encuentro ya que los Pájaros tuvieron la posesión y buena obtención, pero estuvieron extrañamente erráticos en el manejo, mientras que San Juan siguió acumulando amarillas y no pudro progresar en el campo de juego.
La defensa sanjuanina fue un escollo difícil de superar, hasta que a los 24’ y luego de una infernal corrida Lucas Placeres pudo vulnerarla y apoyar otro try. Los Piuquenes por su parte respondieron rápido y sumaron cinco puntos de la mano de Ángel Sánchez. A falta de algunos minutos la diferencia en el marcador no era abultada y el partido ganó en intensidad y nerviosismo, debido en parte a algunos fallos arbitrales discutidos.
Los sanjuaninos con lo que les quedaba fueron en busca de sumar al menos el bonus defensivo, pero el Azulgrana bancó la embestida y casi sobre la bocina Martín Santiago apoyó el último try para la victoria de su equipo, vital para sumar confianza de cara al clásico del fin de semana próximo en cancha de los Curas.
Por Maxi Paz
Fotos: Marcelo Carubín